jueves, 27 de enero de 2011

Otro hallazgo en el mundo de Sofia

Francis Ford Coppola fue uno de los grandes realizadores de la segunda mitad del siglo XX dentro del cine estadounidense. Se destacó por crear importantes súper producciones como la trilogía The Godfather o Apocalipse Now; en tanto Sofia -su ya consagrada hija- tomó los rumbos de un cine más indy, dentro de un recorrido en el cual sigue buscando y experimentando con su estilo.
Sus tres primeros films nos llevan hacia las relaciones humanas, más que nada familiares y al eterno problema del que hacer con la vida. En The Virgin Suicides un grupo de hermanas conlleva diversas restricciones por parte de sus padres, derivando en el suicidio de una ellas; en Lost In Translation, un actor maduro y una joven recién casada hacen de su soledad en sus respectivos viajes a Japón una oportunidad para cambiar sus rutinarias vidas; en tanto que luego vendría la versión de Marie Antoinette y su fracasado matrimonio que la llevará al adulterio.
En su nueva realización, Somewhere, Sofia narra la historia de Cleo (Elle Fanning), una niña pre adolescente con padres divorciados, la cual tiene que sufrir siempre la ausencia de su progenitor Johny Marco (Stephen Dorff), quién estrella de cine siempre esta viajando o se encuentra perdido en los excesos.
Ante un viaje de su madre, Cleo deberá convivir y viajar con su padre, el cual se verá obligado a replantear su estilo de vida. El film detalla la relación padre-hija y saliendo de los típicos clichés, destaca los placeres y los inconvenientes de ésta sin caer en los sentimentalismos convencionales.
En Somewhere, se puede ver como Sofia experimenta con un cine mas pausado, con el tiempo de la escena. Los planos son más largos
que en sus anteriores films y las acciones bien detalladas, utilizando la cámara fija en distintas ocasiones. Hay una especie de contacto con el cine alemán de la década de 1980, especialmente por semejanzas al de Wim Wenders
.
Ya en su anterior película, Marie Antoinette, se veía ese intento de buscar matices diferentes y un detalle de esto fue el interesante contraste entre lo antiguo (el tiempo de la historia) y lo moderno (la musicalización rock).
Somewhere sostiene el nivel de los films de Sofía Coppola, siendo quizás su obra más independiente y personal que retrata una conflictiva relación padre-hija de una manera encantadora y melancólica al compás de la banda sonora compuesta por Phoenix que acompaña de gran manera la narración.

lunes, 24 de enero de 2011

Para dejar en el más allá

Clint Eastwood es uno de los pocos grandes realizadores del cine moderno, quién asombró como en la madurez de su carrera artística pudo lograr sus mejores films como Unforgiven, Mystic River, Million Dollar Baby y Letters from Iwo Jima. La cuestión es que después de realizar interesantes películas como Changeling y Gran Torino, no cumpliría las expectativas con Invictus, aunque ésta resultaría correcta. Con Hereafter, su nueva obra, intenta concretar una historia muy pretenciosa que entre lo sobrenatural y diversas fábulas corales, no cumple su propósito en ningún momento.
Hereafter intercala las historias de George (Matt Damon), un obrero estadounidense que intenta escaparle a un sorprendente don psíquico que le permite hablar con gente del mas allá; Marie (Cécile De France) una periodista francesa que sobrevivió a un tsunami; en tanto que Marcus (Frankie McLaren) será un chico británico atormentado tras fallecer su hermano gemelo. Todos estos personajes tendrán una estrecha relación con la muerte, motivo que posibilitará que sus vidas se crucen.
A simple vista parecieran historias interesantes y que un realizador como Eastwood podría sacarles su mayor provecho, pero el asunto es que el guión de Peter Morgan es tan flojo que ni el mayor artista podría haber realizado algo atrapante. En este caso, el libreto dista de un gran trabajo suyo como con Frost/Nixon de Ron Howard; en Hereafter cada uno de los tres tópicos tiene poca coincidencia con los otros dos, y si Babel de Alejandro González Inárritu era tildada por este aspecto, en este caso la desconexión es aun mayor.

Por separado, los presentes de George, Marie y Marcus son por momento densos respecto a la narración, y el inconveniente surgirá al tiempo de intercalar las historias, ya que parecen estar unidas por un hilo casi inexistente, lo que provocará un desenlace bastante mediocre y predecible.

Hereafter es el film más flojo de Eastwood desde 2002 cuando realizó Blood Work, y a pesar de escenas muy bien logradas como la del comienzo cuando el tsunami devasta la ciudad donde Marie se encontraba de viaje, en términos generales es una película bastante intrascendente y un paso atrás en esta brillante etapa de madurez del realizador de Unforgiven.

miércoles, 5 de enero de 2011

Merecido homenaje a Tati

Jacques Tati fue unos de los grandes realizadores de la segunda mitad del siglo XX, influenciado por el slapstick y el cine de Charles Chaplin y Buster Keaton, el realizador francés deleitaba con filmes de una grandeza visual e importante crítica social a través de sus dotes para la comedia. Más que nada se valía de los gestos y la acción física y no tanto de las palabras para desarrollar sus historias; y como aquellos grandes cineastas nombrados anteriormente, él también tendría un personaje propio y característico: Mr. Hulot.
L’ilusionniste es un guión inacabado de Tati y uno de sus últimos legados antes de fallecer en 1982. El también francés Sylvain Chomet, director de la destacada Les triplettes de Belleville, adapto este libreto produciendo un interesante y merecido homenaje a uno de los mayores comediantes de la historia del cine que injustamente no es tan recordado como se merece.
Como en su película anterior, Chomet vuelve a optar por la animación para desarrollar la narración y construir un mundo bello de facetas poéticas. El protagonista (el ilusionista) es el típico personaje que interpretaba Tati, un Hulot animado en este caso. Un mago con muy poca fortuna que decide abandonar París para buscar suerte en Escocia, en dónde conocerá a una jovencita que le dará unas cuantas razones para progresar e ir en busca de sus destino.
L’ilusionniste es un film muy poético, de los cuales no necesita de las palabras para expresar sus diversas emociones, es así que los casi nulos diálogos lo demuestran. Es una historia un tanto melancólica muy bien llevada por cada argumento cómico. Los personajes resultan muy expresivos y los escenarios muy pintorescos. Se puede decir que, en ese sentido, los films de Chomet tienen mucho en común con otro gran realizador del cine animado moderno como lo es Hayao Miyazaki.
Pero a parte de sus grandezas visuales y narrativas, L’ilusionniste es muy cinéfila, y en esto tiene mucho que ver el homenaje a Tati, no solo por la transformación animada de un posible Hulot, sino por la noción del cine dentro del cine: se puede observar como en un momento del film el protagonista ingresa por error a una sala dónde se estaba proyectando Mon oncle, quizás la mayor obra de Tati; siendo que en tal escena, se puede ver al ser animado observando a un virtual símil de carne y hueso enmarcado en otra ficción.
L’ilusionniste es un film que se destaca tanto por su faceta en honor a Tati, cómo por sus virtudes narrativas, que entre una agradable banda sonara y cálidos tintes creativos hacen que la nueva película de Chomet no pase desapercibida.