martes, 2 de septiembre de 2008

Sonata de las siete y algo

Tu boca,
sus arabescas corazas,
apacible,
vibración de deseo.

El caparazón de tu voz,
de aquel sonido, melodía,
palabra, letras, sílabas,
entonación esplendorosa.

Un valle en el tiempo,
fulgurante tu centro,
la espuma de tu trago,
lo cristalina de tu mirada.

Lo simple,
lo abstracto pronunciado,
invisible lo encantado,
manifiesto de lo sensible.

El fuego complacido,
una sonrisa deschavada,
una nube de costado,
lo misterioso de lo emanado.

Un delfín figurado,
un arte exteriorizado,
dos sueños cronometrados,
lírica instantánea.

La canción,
un puente, la situación,
suspiro desgarrador,
excelso.