miércoles, 16 de febrero de 2011

Impecable film sobre la realeza

Si a al momento de difundir una película se dijera que es sobre el ascenso de un nuevo rey en Gran Bretaña y que éste debido a su tartamudez no se encuentra apto para dar el “ejemplar” discurso que su pueblo espera en épocas de la Segunda Guerra Mundial, su efectividad podría ser un poco dudosa; pero The King´s Speech de Tom Hooper resulta un film más que destacado en estos tiempos de escasez cinematográfica.
La obra del joven realizador inglés narra la relación del monarca (el Rey Jorge VI) con Lionel Logue, un médico poco ortodoxo que conseguiría su esposa (la Reina Elizabeth) para que lo ayude a solucionar su inconveniente con la voz.
En principio hay que decir que el guión de David Seidler posee una gran estructura, y a partir de hechos simples concreta una historia compleja que mantiene el ritmo de las acciones constantemente, que con personajes profundos y muy bien logrados ayudan al lucimiento del trío protagónico: Colin Firth (el nuevo rey), Helena Bonham Carter (la futura reina) y Geoffrey Rush (el médico).
The King´s Speech tiene un orden dramático impecable y las actuaciones tanto de Firth, Bonham Carter y Rush son brillantes, que con cada gesto le dan vida a personajes entrañables, tanto desde un punto de vista más serio, cómo cuando la narración permite un humor negro que, por ende, esta muy bien utilizado.
Otro de los puntos salientes del film es su magnitud visual, ya sea a través de su diseño de vestuario cómo en el de arte; aunque por sobre todas las cosas hay que destacar la fotografía de Danny Cohen, que entre colores opacos y grisáceos hace de los escenarios una verdadera recreación de la época: cada paisaje neblinoso parece digno de la mejor pintura.
En conclusión, se puede decir que The King´s Speech es una película muy completa y atractiva, desde su aspecto visual hasta su gran desarrollo narrativo y la interesante crítica a los procedimientos del universo real en Gran Bretaña; sumados a las sobresalientes interpretaciones de Firth, Bonham Carter y Rush que hacen que el film ascienda al trono dentro una clase de obras que a priori resultan densas, aunque en el caso de la de Hooper el resultado final es todo lo contrario, más bien un discurso al cine.