miércoles, 27 de enero de 2010

Reencuentro con el metal

Tras la cancelación del show que Metallica iba a brindar en Buenos Aires en 2003, estaba presente la incertidumbre entre como quedaría la relación entre el público argentino y la banda estadounidense; pero el 21 de enero en el estadio de River Plate se produjo un reencuentro más que apacible entre ambas partes con la presentación que se encontraba dentro de la gira World Magnetic Tour.
“Estamos muy contentos de estar acá esta noche” “Queremos hacerlos sentir bien y curar su corazón” eran las palabras de James Hetfield, líder de la banda, en medio de la euforia desatada, tras la banda entonar gloriosos temas de la placa Ride The Lightning como «Creeping Death» y «For Whom The Bells Tolls».
La calurosa noche ya se encontraba ardiendo, y la energía que emanaba Metallica desde arriba del escenario contagió a más de 60 mil personas que se hicieron presentes en Núñez, y la conexión entre ambas partes cada vez era más grande, y más aun si pasaban temas como «Wherever I May Roam», «Fade To Black» y «Sad But True».
También hubo lugar para la presentación de Death Magnetic, último disco de la banda. En distintos momentos de la noche sonaron los temas «That Was Just Your Life», «The End of The Line», «Cyanide» y «All Nightmare Long», algunos de los más destacados de una placa correcta, aunque lejana en calidad a grandes trabajos del pasado.
El mejor momento del show fue cuando la banda entonó «One», genial tema de … And Justice For All, el cual con una introducción de fuegos de artificio sonó impecable, desde cada golpe que Lars Ulrich le daba a la bateria, como por la voz de Hetfield, y el sonar de la cuerdas de Kirk Hammett en guitarra y Robert Trujillo en bajo.
Si hay algo que el show tuvo en especial, fue la lista de temas de la cual fueron partícipes las canciones más logradas de la banda californiana, y a las nombradas anteriormente, luego se sumaron «Master of Puppets», y dos clásicos del disco Metallica (más reconocido como el Black Album) de 1991, como «Nothing Else Matters» y «Enter Sandman» que hicieron delirar al público presente.
Para el final, Hetfield y compañía volvieron a los inicios de la banda y a su primer disco Kill ‘Em All de 1983; más precisamente tocando «Wiplash» y uno de los temas más pedidos de la noche por la gente: «Seek & Destroy», una sinfonía del demonio que hizo de la caldera de River, un paraíso para la multitud que se encontraba en el estadio.
En conclusión, el primero de los tres shows que brindó Metallica en Argentina fue más que satisfactorio, y a pesar de algunos inconvenientes con el volumen, y los equipos de sonido que fallaron en algunos sectores del estadio, la velada fue impecable y marcó el reencuentro del público con la banda estadounidense, quedando sanada la herida por la cancelación del recital que iban a brindar siete años atrás.