
La película se desarrollará en el período post Apartheid, cuando Mandela asume la presidencia, siendo una de sus primeras estrategias políticas unir la raza negra con sus pares blancos sudafricanos, y como medida a esto, se tornará a darle gran importancia a la participación de su país en el Mundial de Rugby del cual serían anfitriones.
El rugby en Sudáfrica era en su mayoría para los blancos, pero el nuevo líder sudafricano, a pesar de haber estado 27 años en prisión, tenía como meta la unificación social tras un largo período racista, siendo la pasión por el deporte la excusa para quebrar determinadas fronteras.
Mandela (que es interpretado en gran forma por Morgan Freeman) apoyará a los alicaídos Sprinkbooks a través de su capitán Francois Pienaar (Matt Damon), al cual no solo animará para las conquistas deportivas, sino que le hará dar cuenta de la realidad social que se estaba viviendo hace largos

A simple vista, Invictus parece ser un film simple, pero Eastwood demuestra una vez más que es un gran narrador, que puede hacer de un acontecimiento simple una gran y conmovedora historia que atrape constantemente a través de personajes fuertes y hechos muy bien detallados.
Como en Letters from Iwo Jima, dónde se mostraba culpabilidad de ambo

El film será emocionante en todo momento, ya que cada escena encaja con la siguiente con una emotividad única que le da Eastwood, comandado por la impecable banda sonara a cargo de su hijo Kyle y la realista fotografía de Tom Stern.
En conclusión, Invictus es un film más que correcto a pesar de no alcanzar la magnitud de otros de Eastwood como Mystic River o Unforgiven; destacándose que a través de una historia simple, pero narrada brillantemente, se pueda redondear otra película emocionante dentro de la filmografía de uno de los pocos genios que quedan con vida en el cine contemporáneo.